LA GENTE NECESITA ESCUCHAR DE JESÚS
Este Centurión escucho hablar de Jesús (Versículo 3)
¿Por qué habrá escuchado de Jesús? Porque la gente estaba anunciando lo que habían visto y escuchado, de un tal Jesús que afirma ser el hijo de Dios y que hace milagros, que sana enfermos, que saca demonios, que cambia vidas.
¿Será que Jesús no quiere cambiar tu vida? ¿sanar tu cuerpo? ¿sanar tu corazón? ¿sanar tu pasado? Claro que sí, Jesús te llamo con un propósito, pero… NO TE PUEDES QUEDAR CALLADO.
Hay gente que está muy necesitada, hay gente que está muy enferma, hay gente que necesita un milagro en sus vidas, si aquí en la iglesia hay personas que batallan contra un pensamiento suicida ¿Cuanto más afuera de la iglesia? NO PODEMOS CALLARNOS.
“Es que me da vergüenza hablar de Jesús” “es que me da temor hablar de Jesús” “es que no quiero ser rechazado”, Jesús decidió vivir el mayor rechazo del mundo, la peor humillación, y el peor maltrato por amor a ti, ¿Y te vas a quedar callado por miedo, por temor?
Necesitamos contar lo que Jesús ha hecho en nuestras vidas, nos dio VIDA ETERNA, y por amor, no porque lo merecíamos, nos dio potestad de ser llamados HIJOS DE DIOS, una identidad, una reconciliación con el Padre, ¿te parece poco?
Este Centurión tuvo la oportunidad de ver un milagro en su vida, porque alguien le habló de Jesús. ¿Te vas a callar?
LA RESPUESTA PARA TODO SIEMPRE ESTÁ EN JESÚS
En este relato vemos que la solución para ese hombre que se estaba muriendo fue JESÚS, que la respuesta para el Centurión ante su petición fue JESÚS.
Déjame decirte, que sea cual sea la petición que tengas en tu corazón, sea cual sea la necesidad en tu vida, Jesús es la respuesta.
Si tu matrimonio está en crisis, Jesús es la respuesta.
Si estas batallando con una enfermedad, si estas batallando contra la soledad, contra la tristeza, contra el dolor y la represión, contra las ataduras y malos vicios que no has podido dejar, contra pensamientos y sentimientos que te hacen daño, contra una necesidad económica, contra tu pasado, Jesús siempre es y será la respuesta.
En el mensaje de La Gran Comisión, vemos que Jesús nos hace una bonita promesa:
Mateo 28:20
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
No estás solo, Jesús prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. ¡QUE MARAVILLOSO!
NUESTRA FE PUEDE MARAVILLAR AL SEÑOR
¿Cuáles fueron las palabras de Jesús ante la Fe del Centurión?
Versículo 9 Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
¿Cómo se habrán sentido los fariseos, los que eran líderes religiosos? Que eran expertos en las escrituras.
¿Cómo se habrán sentido los discípulos de Jesús? Ellos dejaron todo para seguir al maestro. Eran ellos los escogidos, los que dormían con él, los que lo acompañaban en sus viajes misioneros, los que habían recibido de él la autoridad para expulsar demonios y sanar enfermos, pero… ninguno de ellos tenía la Fe del Centurión.
¿Pero sabe que es lo más bonito? Que esto no se trata de ser escogidos, no se trata de estar capacitados, no se trata de lo que sabemos, ni de lo que somos.
Este hombre era un gentil, ¿Usted sabe que era eso?
No conocía mucho de las costumbres y de las leyes, nunca había estado al lado de Jesús. Sin embargo, este hombre recibió una revelación que cambió su vida.
Este hombre entendió el verdadero mensaje de la Gracia de Dios. Este hombre entendió que no éramos merecedores de nada, que no éramos dignos de absolutamente nada, entendió que todo lo que recibimos es por mera GRACIA.
¿Qué dijo este hombre a Jesús?
Maestro NO SOY DIGNO a que entres a mi casa. (versículo 6)
Maestro NO SOY DIGNO a acercarme a ti. (versículo 7)
Pero este hombre en el versículo 7 también le dice algo importante a Jesús: “Di la palabra”
¿Sabes como se llama eso? Se llama FE. Este hombre creyó en su corazón que Jesus era la respuesta a su necesidad. Este hombre reconoció que no era merecedor de nada. Este hombre sabía que la Palabra de Jesús era suficiente. Por eso Jesús se maravilló de él. Porque había entendido un principio Bíblico que muy pocos habían comprendido, y es que somos salvos por la gracia de Dios, que somos salvos por Fe.
Más adelantes el apóstol Pablo escribe:
Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.
Algo que este Centurión había entendido antes y lo reflejo en su conducta, en sus palabras y en su fe. Por eso le dice: “Di la palabra” La Fe viene por el oír, el oír la palabra de Dios.
Aprendamos del Centurión, en nuestras oraciones debemos decirle al Señor: “di la palabra” “Tu palabra es más que suficiente”. Por eso debemos conocer más de las escrituras, envolvernos en su sabiduría, porque cada vez que usted abre la Biblia y se dispone a leer, su fe irá creciendo cada vez más.
¿Quieres que Jesús se maraville de tu Fe? ¿Quieres tener Fe? Lee, lee, lee la palabra.
Conclusión:
Nosotros no somos merecedores de nada, pero aquí está Jesús queriéndonos dar TODO. Aqui esta Jesús queridos rescatar, restaurar, amar, llenar, darnos propósito, hacernos sus discípulos, acompañandonos en esa bonita misión que es la gran comision.
Esta es una iglesia pequeña con un gran propósito en el SEÑOR.
Que el Señor derrame su Espíritu sobre nosotros, nos llene de su gracia, despierte dones y talentos y podamos anunciar las buenas nuevas de Jesus.